
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
URUAPAN, MICHOACAN, México, 05 de noviembre de 2026.- Aquella mañana del 1 de noviembre, Greeys no se imaginaba que horas más tarde su vida daría un giro definitivo y que en cuatro días sustituiría a su esposo Carlos Manzo, en el cargo de presidente municipal. Todo fue tan rápido como las ráfagas de esas balas que lo mataron en medio de la Celebración de Velas que él mismo había diseñado como ofrenda luminosa para el pueblo en el Día de Muertos.
Con un rictus de dolor, indignación e impotencia Grecia Itzel Quiroz, no pudo entregarse al llanto ni a las oraciones del Novenario de su esposo. Tenía que tomar protesta.
El pueblo y el deber la llevaron a alzar la mano derecha para rendir protesta como alcaldesa de Uruapan, Michoacán, en sustitución de Carlos Manzo, cuyo sombrero apretaba contra su pecho, como si aún pudiera sentir su calor y en un ademán para, como lo dijo, pedirle que la guiará en tan difícil encomienda, que le fue aprobada por unanimidad en el Congreso del Estado.
A su lado, el diputado independiente Carlos Alejandro Bautista Tafolla, representante del Movimiento del Sombrero, sostenía la fotografía del alcalde asesinado, como testigo mudo de la ceremonia.
Con voz entrecortada por el dolor y la desolación, Grecia rompió el protocolo y la simulación:
“Mi esposo clamó por ayuda. Le pidió apoyo a la presidenta. Nunca se lo dieron. Hoy que está muerto, ahora sí ofrecen seguridad para Uruapan. Pero ya es tarde. Ya nos lo arrebataron.”
El recinto quedó en silencio. No era una toma de protesta. Era un acto de memoria. Una declaración de guerra contra el olvido.
Greeys, como le decía Manzo, madre de dos hijos pequeños —fruto de su matrimonio con Carlos—, no era una figura improvisada. Había acompañado a su esposo en cada paso de su carrera política, desde la campaña independiente de 2024 hasta los días más oscuros de amenazas y silencios institucionales.

En su toma de protesta prometió mantener viva la memoria de Carlos Manzo y su legado de honestidad y lucha frontal contra el crimen organizado, lo que evidentemente es un gran reto, que están dispuestos a enfrentar los ciudadanos de Uruapan, quienes para alentarle a mantenerse independiente alzaron la voz:
“¡No estás sola! ¡No estás sola!”
No era una toma de protesta. Era un acto de duelo público. Una declaración de guerra contra el olvido. El recinto quedó en silencio. Algunos diputados bajaron la mirada.
Otros apretaron los labios. Nadie se atrevió a interrumpirla.
Grecia continuó:
“Carlos no murió por ambición. Murió por decir la verdad. Murió por defender a este pueblo. Y yo, como madre, como mujer, como ciudadana, no voy a permitir que el crimen organizado siga dictando el destino de nuestros hijos.”
La fotografía de Carlos parecía mirar desde el atril.
El sombrero, apretado contra el pecho de Grecia, se convirtió en estandarte. No era solo una prenda. Era un símbolo. Era la memoria viva de un hombre que se atrevió a alzar la voz, lo que le costó la vida y que lo elevarán a Mártir del sistema de la Cuarta Transformación.
Grecia Itzel Quiroz García, licenciada en Ciencias Políticas, es originaria de Michoacán y hasta antes del asesinato de su esposo se desempeñaba como presidenta honoraria del DIF municipal de Uruapan.

Su historia con Carlos Manzo no comenzó en la comodidad de los cargos, sino en el campo de batalla político, cuando ambos se sumaron al Movimiento del Sombrero, una organización independiente que él fundó para enfrentar la corrupción y el crimen organizado.
Carlos la llamó “Greeys” en sus mensajes públicos, y en enero de 2023 escribió:
“Es una mujer muy trabajadora que me ha apoyado mucho en mis tareas como diputado federal. Cuando llegó al equipo del Sombrero todavía no había triunfos, pero ella se quedó aquí a construir y a luchar”.
Así nació su amor: en la resistencia, en la construcción de un proyecto ético, en la defensa de los más vulnerables.
Juntos formaron una familia con dos hijos pequeños, quienes los acompañaban en actos públicos y estuvieron presentes la noche del ataque, su presencia constante en la vida pública de sus padres los convirtió en testigos y herederos de una lucha que hoy se vuelve legado.
Grecia no solo fue compañera sentimental. Fue estratega, gestora, defensora. En 2024 intentó competir por una diputación local, pero decidió sumarse de lleno al proyecto de Carlos, consolidando la estructura territorial del movimiento.
Hoy, al asumir el cargo de alcaldesa, Grecia no solo sustituye a su esposo. Lo honra. Lo eleva. Lo convierte en símbolo.
“Carlos no murió por ambición. Murió por decir la verdad. Murió por defender a este pueblo. Y yo, como madre, como mujer, como ciudadana, no voy a permitir que el crimen organizado siga dictando el destino de nuestros hijos.”
El sombrero que aprieta contra su pecho no es solo prenda. Es estandarte. Es promesa.
Es amor eterno.

LO INMORTALIZARON
NACE UN HÉROE: CARLOS MANZO
* Despertaron al tigre. Uruapan ruge por ¡JUSTICIA!
* Con gritos de ¡Asesino! Y un golpe corren al gobernado
* Marchas y destrozos en Palacio de Gobierno
* Repudian informe de Harfuch. “Nunca le dieron protección”
* Fuera Claudia¡ ¡Fuera Bedolla!: grito popular

EL SILENCIO DEL ESTADO
MATO A CARLOS MANZO

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